El apoderado (o administrador de hecho) de una sociedad tiene las funciones limitadas a lo que contemple el poder notarial llevado a cabo. Por su parte, distinto es el administrador, que sí tiene todas las competencias en nombre de la sociedad, además de estar facultado para nombrar un apoderado. En ambos casos, es preciso ser inscrito en el registro mercantil mediante escritura pública.


Estamos para ayudarte, concierta tu cita


Contacta con nosotros